miércoles, 4 de enero de 2012

SIETE HORAS EN UN RENAULT 14 GRIS...

Era Navidad y tocaba viajar a Madrid. Unas siete horas interminables en aquel Renault 14 gris metalizado de mi padre que tantas veces nos condujo hasta nuestro sueño. Al principio sólo me acompañaba mi hermano Patri; más adelante también Ignacio tendría la oportunidad de comprobar cómo era jugar a meter el dedo en la boca de tu hermano sin que a éste le diera tiempo a morderte; viviría las paradas en gasolineras donde el temido 'After Eight' y el olor a gasolina se daban la mano para llevarme al precipicio del vómito. Lo recuerdo. Recuerdo ese "Papá, para, quiero vomitar; Patri, para que Toñito está mareado...". Pero lo recuerdo como algo agradable porque forma parte de aquella experiencia irrecuperable e irrepetible. Entonces no había que poner el triángulo de emergencia sobre la carretera ni usar el chaleco reflectante...

Atravesar Despeñaperros y preguntarle a mi madre por qué se llamaba así era otro clásico; creo que yo conocía el motivo, de hecho todos los años me lo explicaba, pero yo quería escuchar la voz de mi madre explicándome algo, sólo eso.

"¿Qué temperatura hace ahora?", preguntaba mi hermano mayor cada media hora. Él era el de los sobresalientes y los notables, la mente inquieta y la pregunta permanente; yo andaba en mi mundo, dibujando con el dedo en mi cristal aprovechando el vaho de las bajas temperaturas. Intentando escribir mensajes que pudieran leerse correctamente desde fuera y que más tarde leería cuando parásemos a comer. Lo recuerdo como un episodio de mi vida de los que dejan huella... mi madre diciendo a mi padre que no se distrajera con el paisaje y mirase al frente. "Cuidado con el de delante, estás corriendo mucho"; y él -cejas arqueadas por momentos para envolver las reprimendas- insistiendo en que no estaba corriendo. Nos mira por el espejo retrovisor; se cruzan nuestras miradas y es él: "¿Cómo estás, Toñitito? ¿Tienes sueño?". "No, papá, ya he dormido. Sólo quiero llegar y ver a la abuela y jugar con el primo y con Killer". Killer era el primer doberman que acompañó a mi abuela en su piso de Santa Engracia, en el centro de Madrid.

Era de noche y hacía una hora que habíamos parado a echar gasolina. El Renault 14 'escaló' una subida y al fondo comenzaron a vislumbrarse luces. Ahí hablaba de nuevo mi hermano Patri: "Mira, Toñito, la ciudad de Plata...". Madrid resplandecía en la noche como cualquier joya que espera a que se hagan con ella. Para un niño que venía una vez al año a Madrid aquello era demasiado grande.

Después tocaba que mis padres se perdieran buscando el acceso al centro de la capital; aquel mar de carreteras nos ponía a todos un poco nerviosos. Una media hora después ya estábamos en los bajos de aquel piso que a mis ojos era todo un rascacielos. Mi padre nos invitaba a bajar con mi madre e íbamos subiendo con algunos bultos. "Taparos la boca que hace frío", gritaba mi padre desde el interior del coche; a él le quedaba la prueba de aparcar en Madrid. Otra aventura que a menudo veíamos finalizar desde la ventana del piso de mi abuela. "Ya ha aparcado", decía mi madre sonriendo a mi abuela. Ésta era toda felicidad por ver a sus nietos. Subíamos al ascensor corriendo cada uno por una de las dos escaleras laterales; recuerdo aquellas pegatinas en el interior del elevador. Recuerdo también bajar en la planta de casa de abuela y pelearme con Patri por llamar al timbre. A continuación comenzaba la parte más dulce de este sueño. Se oían los pasos de mi abuela y su "¿quién anda ahí?" acompañados de las pisadas nerviosas de Killer, que nos esperaba una Navidad más sobre el parqué de aquel piso de techos elevados y pasillos infinitos que nunca olvidaré.

3 comentarios:

  1. Que grandisimo eres hermano,durante minutos he olido a gasolina y after eight. He revivido cada instante como si estuviera en un sueño, gracias por enriquecer nuestra vida con tu talento...
    Te quiero
    Patri

    Tapate la boca que te vas a poner malo!! ;-)

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  2. :p Yo también TE QUIERO MUCHO, manito. Un besito y cuidate. ;-)

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  3. Me ha encantado tu historia, la muy fue similar si quieres revivir esos momentos pasate por el foro Renault 14. Saludos.

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